domingo, 4 de marzo de 2012

Curso Educación Abierta - Actividad 2

Instrucciones:

Elabora un cuadro comparativo que ilustre por un lado, las características de un alumno que pertenece a un programa abierto y, por otro lado, aquellas que se desean o vislumbran que debe tener el alumno del Siglo XXI. Identifica las similitudes y la diferencias que existen entre ambos y, para aquellas semejanzas, el perfil que debe poseer el profesor y las estrategias que puede emplear, de tal manera que contribuya a la consolidación del perfil del alumno. ¿El perfil deseable del profesor se parece al del asesor? Justifica tu respuesta.

Desarrollo:

Desde mi punto de vista, creo que no debería emplearse de forma indistinta los conceptos Educación a Distancia y Educación Abierta.

Bajo el contexto de la educación en el Siglo XXI, donde el conocimiento adquiere un valor utilitario (operar sobre la realidad para mejorarla y resolver problemas), ambos modelos de aprendizaje adquieren diferentes niveles de relevancia dentro de la sociedad de la información.

La principal cualidad que debe poseer un alumno del modelo de educación abierta es la Autoregulación o Autocontrol. Es éste quien define los momentos y la intensidad de sus estudios. Para ello, "los programas de estudio debían asegurar cierto grado de individualización que le permitiera controlar el ritmo al cual recibe la información y construye el conocimiento" (García Peña). El papel del asesor, en esta modalidad, se limita a aconsejar, corregir y motivar al alumno en sus avances.

Entiendo la Educación a Distancia como la "omnipresencia" de la escuela -transformada en entornos de aprendizaje- donde no necesariamente el alumno decide completamente el ritmo e intensidad de su aprendizaje. Incluso no se privilegia el trabajo indidual, sino que existe la posibilidad de trabajar en entornos colaborativos.

Las características del estudiante mencionadas por García Peña, a mi modo de ver, obedecen más a las características del alumno en la sociedad del conocimiento. Donde su papel deja de ser pasivo-receptivo, para convertirse en un transformador de su realidad y generador de conocimiento. No importando el entorno educativo o método de aprendizaje donde se desempeñe.

En ambos casos, los contenidos de los programas pueden estar enfocados al desarrollo de diversas competencias. Pero, cuando se trata del desarrollo de competencias en el ámbito meramente laboral, éstas no pueden dejarse al libre albedrío del estudiante. Forzosamente deberá existir el constante seguimiento del profesor para garantizar su cumplimiento.

En entornos de aprendizaje electrónico (e-learning), por ejemplo, una condición para desempeñarse como asesor, es su compromiso de llevar el seguimiento constante de los alumnos en el desarrollo de los programas; monitoreando continuamente su acceso a la plataforma y a sus diferentes apartados, y cuando así se requiera, enviarles notificaciones sobre la disminución de su ritmo de trabajo. Toda vez que la mayoría de los programas tienen un tiempo límite para concluirlos.


1 comentario:

  1. Fernando: en tu análisis mencionas características importantes del estudiante del sistema abierto como del alumno del siglo XXI y nos presentas una reflexión interesante sobre el papel del profesor. Sin duda existe una serie de restricciones que dificultan la transición del profesor al asesor y es sobre este punto donde me gustaría que reflexionaras, sobre ¿qué acciones están al alcance de los profesores? Saludos.

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